miércoles, 24 de febrero de 2021

LAWRENCE FERLINGHETTI

 


SALUDO


A todo animal que come o dispara a su propia especie

Y todo cazador con rifles sobre una camioneta

Y todo tirador o soldado privado

con mira telescópica

Y todo racista con botas y perros

y escopetas recortadas

Y todo Oficial de la Paz con perros

entrenados para rastrear y matar

Y todo policía vestido de civil o agente encubierto

con pistolas llenas de muerte

Y todo servidor del pueblo que ametralla al pueblo

o que tira a matar a criminales que huyen

Y todo Guardia Civil que vigila ciudadanos en cualquier país

con esposas y carabinas

Y todo guardia de frontera en cualquier Check Point Charley

en cualquier lado de cualquier Muro de Berlín

cortina de Bambú o de Tortilla

Y todo policía estatal de élite patrullero con pantalones

de montar a la medida y casco de plástico

y corbata de cordón y revólver en pistolera

con tachones de plata

Y toda patrulla con armas antimotines y sirenas y toda tanqueta

con gas pimienta y gas lacrimógeno

Y todo piloto experto con misiles y bombas de napalm bajo las alas

Y todo capellán del ejército que bendice a los bombarderos al despegar

Y todo Departamento de Estado o cualquier potencia que vende armas

en ambos lados

Y todo Patriota de cualquier Patria en cualquier

mundo Negro Marrón o Blanco

que asesina por su Patria

Y todo profeta o poeta con pistola o navaja y cualquier sicario

de la iluminación espiritual con fuerza y cualquier

sicario del poder de cualquier país con poder

Y a cualquiera y a todos los que matan y matan y matan y matan por la Paz

Levanto mi dedo medio

con el único saludo apropiado


martes, 3 de enero de 2017

JOHN BERGER



LA FÁBRICA

aquí
es siempre amanecer
hora de despertar
hora de la profecía revolucionaria
hora de las brasas
tiempo muerto de días de trabajo
sin fin


allí construíamos la noche
al encender el fuego
recostados en él
estirábamos la oscuridad como una manta

los prados próximos eran
el aliento de los animales dormidos
callados como la tierra
cálidos como el fuego

el frío es el dolor de creer
que nunca volverá el calor

aquí
la noche es un tiempo olvidado
eterno amanecer
y en el frío sueño
con el pino
quemado
como la lengua de un perro

tras sus dientes 

martes, 1 de noviembre de 2016

RODOLFO HINOSTROZA



ADOLESCENTE QUE DESPIERTA

Una deliberación del ala y la tormenta es lo que cae cuando
la agria balandronada de los sueños se pega al paladar
y el muchacho despierta en la mañana
penetrando el espejo con un grito. La estridencia que acecha
en la materia de los violoncellos, el enemigo bosque
turgente como una curva embreada, someten bruscamente
su furor y su régimen.
Y el muchacho despierta en el silencio
tatuado por el vuelo de un mosquito
y el terror se evapora con el sol
que empuja levemente al aire perezoso.
No ha crujido la rama ni se ha partido el
trueno
y el burro blanco rumia bajo el sol de noviembre. No habrá noche
esta vez,
ni el sol tirará de sus redes llevándose este suave calor a las
sentinas.
Y el zumbido infinito de la queresa, indica
que el tiempo no transcurre.
(Esta misma mañana podría suceder
toda una historia de gorriones y de bárbaros, un confuso ajedrez
de mil mundos guerreando sobre la palma de una mano, un mismo
verbo
gimiendo y levantándose como un licor amargo
en los zócalos de las ciudades. Aquí
sólo el silencio es música; y las leyes del cielo tiran inasibles
plomadas
de inmensas catedrales. El tiempo avanza y vuelve
a retroceder como una pulsación, y hay algo de paz y levedad en el
conejo,
y ese musgo que crece sobre los yesos apagados y húmedos.)
No habrá más noche ni lloverá de noche,
y toda el agua cabe en una espumadera, y el muchacho
ha de lavar su cuerpo con ese jabón áspero, bajo esa luna
transparente,
comida por el sol, casi
un trapecio de niebla.
Huele a escorzonera y la piel de conejo. Crecen
y caen reyes en las aguas del tiempo detenido.
No volverá a dejarnos
la luz del sol en ese frágil burladero del sueño, que convoca

las furias y las penas.

lunes, 14 de septiembre de 2015

FERNANDO RENDÓN



PESCA

              
Vi sobre la playa de oro
un delfín blanco resoplar
mientras lloraba como un niño

A pocos metros los pescadores
entre redes calculaban su peso
para llevarlo al mercado de carnes

Pensé que el amor era el mar
y nosotros el delfín
que no sabía o no podía regresar

RAÚL HENAO



EL OLVIDO


Cerca al desposeído al desamparado
El olvido pasea sus muertos
Insepultos entre la niebla
Cruza el sordo la calle
A brincos la sangre le hace señas
En el espejo de la mañana.
Y no hay un árbol a la redonda
Donde poner un nido de pájaros
Una sola nube donde acampar al sol.

El olvido pasea sus muertos insepultos
Cerca al desposeído al desamparado.
El sordo cruza la calle.
Entre la niebla acampan los pájaros
Porque no hay un sol donde poner una nube
Un árbol donde borrar
La sangre a cántaros de la madrugada.


miércoles, 8 de julio de 2015

CARLOS OQUENDO DE AMAT



POEMA


Para tí
tengo impresa una sonrisa en papel japón

mírame
que haces crecer la yerba de los prados

mujer
mapa de música claro de río fiesta de fruta

en tu ventana
cuelgan enredaderas de los volantes de los automóviles
y los expendedores disminuyen el precio de sus mercancías
déjame que bese tu voz

tu voz
que canta en todas las ramas de la mañana. 

jueves, 13 de febrero de 2014

JOÂO CABRAL DE MELO NETO



LA LECCIÓN DE POESÍA

1. Toda la mañana consumida
como un sol inmóvil
delante de la hoja en blanco:
principio del mundo, luna nueva.

Ya no podías dibujar
ni siquiera una línea;
un nombre, ni siquiera una flor
desabrochaba en el verano de la mesa:

ni en el mediodía iluminado
cada día comprado,
de papel, que puede aceptar,
con todo, cualquier mundo.


2. La noche entera el poeta
en su mesa, intentando
salvar de la muerte los monstruos
germinados en su tintero.

Monstruos, bichos, fantasmas
de palabras, circulando,
orinando sobre el papel,
ensuciándolo con su carbón.

Carbón de lápiz, carbón
de la idea fija, carbón
de la emoción extinta, carbón
consumiendo en los sueños.


3. La lucha blanca sobre el papel
que el poeta evita,
lucha blanca donde corre la sangre
de sus venas de agua salada.

La física del miedo percibida
entre los gestos diarios;
miedo de las cosas jamás posadas
pero inmóviles – naturalezas vivas.

Y las veinte palabras recogidas
en las aguas saladas del poeta
y de que se servirá el poeta
en su máquina útil.

Veinte palabras siempre las mismas
de las que conoce el funcionamiento,
la evaporación, la densidad

menor que la del aire.