martes, 26 de febrero de 2013

LANGSTON HUGHES




CANCIONES

Yo, a su lado, le cantaba
Canciones en la oscuridad.

Me dijo,
«No comprendo
Las palabras».

Le respondí
«Yo canto
Sin palabras»

TAKIS VARVITSIOTIS





EL CIELO ESTÁ MUY AZUL

Decías: el cielo está muy azul
Un círculo inmenso donde se hunden los años
Un círculo inmenso donde se hunden las estrellas
Nos separa a la tierra nos une a la tierra
Parece un camino que llevara a un extraño
Cementerio de pájaros parece un río transparente
El cielo está muy azul como una voz que brilla
Anunciando el más prodigioso nacimiento
las más prodigiosas metamorfosis.

domingo, 24 de febrero de 2013

ANTONIO GALA




BAHÍA

¿Cómo comer sin ti, sin la piadosa
costumbre de tus alas
que refrescan el aire y renuevan la luz?
Sin ti, ni el pan ni el vino,
ni la vida, ni el hambre, ni el jugoso
color de la mañana
tienen ningún sentido ni para nada sirven.
Allá fuera está el mar,
allá fuera, en el mundo, estás tú.
Comiendo tú sin mí:
tu hambre, tu pan, tu vino y tu mañana.
Yo aquí, ante los manteles opacos
y la bebida amarga,
ante platos sin sabor ni colores.
Lo intento, sí, lo intento, pero cómo
comer sin ti, ni para qué...
Tú te has llevado tu olor a bosque
y el gusto de la vida.
Fuera están mar y aire.
Dentro, yo solo frente a la mesa puesta
que ha perdido su voz y su alegría.

viernes, 22 de febrero de 2013

JEAN CLAUDE RENARD




DECIRES

El desierto del desierto está, como el silencio del silencio, habitado.
Igual lo inseparable separa.
El ser se sostiene entre si y no – ¿o más allá?
¿Quién guarda las palabras no dichas?
Cada palabra escribe otra palabra.
¿Dónde coincide la obscuridad con la claridad?
Saber hacerse frente sin espejo.
Ninguna distancia está desocupada.
No puede ser todavía la presencia – mas a lo menos, ya, la ausencia de ausencia.
Siempre hay alguno dentro o fuera, delante o detrás, en lo alto o en lo bajo – quien es lo mismo y el otro.
Los contrarios se unifican – ¿al igual que los extremos?
Sólo el enigma es ineluctable.
Las lluvias nuevas son interiores.
La existencia comienza allá, donde deja de existir.
Dios no se abre mas que más allá de Dios.
Dar permiso para acoger.
Nada está condenado a perderse ni a salvarse.
La no-escritura anima la escritura.
¿La muerte está alguna vez completa?
Todo signo señala otro signo: sea este de casi nada, del ruido de alguien.
El fuego, el frío: ¡una única sangre!
Alcanza el vacío del vacío.
Lo intraducible ofrece sentido a lo traducible.
Nuestra palabra depende de nuestro silencio.
La santa tiniebla es una lámpara.
Todo verdadero libro tiende hacia el otro-libro.
La lengua echa en la noche raíces.
¿Qué mujeres habitan el trigo?
Muy pura sea la celebración del bosque.
Todo es morada del secreto.
Tanto lo inefable como lo absoluto designan algo más amplio que ellos.
¿El otro es el infinito del uno?

sábado, 16 de febrero de 2013

EVGUENI EVTUCHENKO




PUENTE

Una mujer y un hombre solos, en un puente,
sobre el dormido Sena azul.
Debajo está el tumulto sin sentido, las luces irreales.
... Cambia el gobierno en algún sitio,
se pronuncian sabios discursos.

Pero ellos desde el puente, apenas si lo ven:
tan sólo ven el Sena turbio y lento.
Así están, sin palabras y sin besos,
hasta la madrugada, bajo un impermeable,
como un paquete envuelto en celofán
¡Un regalo del mundo para el mundo entero!

¡Quiera Dios que no tengamos ni casa ni hacienda,
ni aturdidora comodidad en nuestra vida!
¡Quiera Dios que, estemos donde estemos,
siempre nos encontremos en el puente!

En el puente para siempre inscrito en el cielo.
En el puente que hace sagrado a quien le habita.
En el puente sobre el tiempo,
sobre toda la vanidad y la mentira.

viernes, 15 de febrero de 2013

MALCOLM DE CHAZAL




3 POEMAS

I
Cuando
Se
Presiona
El vientre
Del fuego
La luz
Se ríe

II
El agua
Mordida
Por
La ola
Pegó
Un grito.

III
Sólo
El fuego
Tiene
El poder
De
Lamerse
Los ojos.

ANNE SEXTON




LOS BOMBARDEROS

Nosotros somos América.
Somos los que rellenan los ataúdes.
Somos los tenderos de la muerte.
Los envolvemos como si fuesen coliflores
La bomba se abre como una caja de zapatos.
¿Y el niño?
El niño decididamente no bosteza.
¿Y la mujer?
La mujer lava su corazón.
Se lo han arrancado
y se lo han quemado
y como último acto
lo enjuaga en el río.
Este es el mercado de la muerte.

¿Dónde están tus méritos,
América?

viernes, 8 de febrero de 2013

PETER HANDKE



CANCIÓN DE LA INFANCIA

Cuando el niño era niño caminaba balanceando los brazos,
quería que el arroyo fuera un río, que el río fuese un torrente
y que ese charco fuera el mar.
Cuando el niño era niño no sabía que era niño, para él todo estaba animado y todas las almas eran una.
Cuando el niño era niño no tenía una opinión de nada, no tenía costumbres, se sentaba a menudo con las piernas cruzadas o salía corriendo, tenía un remolino en el pelo y no hacía caras cuando lo fotografiaban.
Cuando el niño era niño era el tiempo de preguntar:
¿Por qué soy yo y no tú? ¿Por qué estoy aquí y no allá?
¿Cuándo comenzó el tiempo y dónde termina el espacio?
¿La vida bajo el sol no es sólo un sueño?
Lo que veo, oigo y huelo ¿no es acaso una ilusión del mundo ante el mundo?
¿Existen realmente el mal y la gente mala de verdad?
¿Cómo es posible que yo, el que soy, no existiera antes de nacer
y que un día yo, el que soy, no seré más este que soy?
Cuando el niño era niño, no pasaba las espinacas, las arvejas,
el arroz con leche, la coliflor, ahora come todo eso,
y no sólo porque debe.
Cuando el niño era niño una vez despertó en una cama desconocida, y ahora lo hace una y otra vez.
Entonces mucha gente le parecía hermosa, ahora sólo unos pocos, y con suerte.
Tenía una imagen clara del Paraíso, ahora, a lo sumo puede adivinar, no concebía la nada, y hoy tiembla ante la sola idea.
Cuando el niño era niño jugaba con entusiasmo, y ahora se emociona como entonces pero sólo con el trabajo.
Cuando el niño era niño era suficiente comer una manzana, un pan, Y aún ahora lo es.
Cuando el niño era niño las moras le caían en las manos
como sólo las moras pueden hacerlo, y así es hasta hoy.
Las nueces le ponían áspera la lengua y aún lo hacen,
tenía, en cada montaña, el anhelo de una montaña más alta
y en cada ciudad, el anhelo de una ciudad mayor, y todavía es así, arrancaba las cerezas de las ramas más altas con una euforia que siente todavía, tenía cierta aversión a los extraños que todavía conserva y esperaba la primera nevada como la espera hoy.
Cuando el niño era niño arrojó un palo contra un árbol como una lanza y allí está temblando todavía.

martes, 5 de febrero de 2013

SAMUEL BECKETT



LA MOSCA 

Entre la escena y yo
el cristal
vacío salvo ella
vientre a tierra ceñida por sus negras tripas
antenas locas alas enredadas
patas curvas boca succionando en el vacío
golpeando en el azul estrellándose contra lo invisible
impotente bajo mi pulgar
trastorna al mar y al cielo serenos