jueves, 13 de diciembre de 2012

MANOLIS ANAGNOSTAKIS



UNA FECHA DE HACE AÑOS

Vivimos siempre en salvajes y húmedas riberas
En los callados cafés y las agonizantes sillas
Los crepúsculos vienen y vuelven a venir y es interminable el mar
Con los borrosos barcos que zarpan y giran en las sombras.
Es hermoso y triste recordar las tantas noches
Amarradas con humos que no ceden y con dos ojos negros.
Y una mano que se alargaba y saludaba desde el puerto
(“Port-Said – Alejandría” el 20 de julio)
Vivimos esos tristes y monótonos veranos
Encerrados detrás de las rejas del mar
Contando uno a uno las olas y los astros
Entregados a nuestra amarga espera.
Memorias estériles.
Qué pensarán todos estos barcos en la noche
Bailando tantos años amarrados y sin envejecer
Ceñidos de las tormentas de tantos y tantos viajes
Qué recordarán los encendidos atardeceres tropicales
Las luces que se doblan y se lanzan al agua
Los niños que no duermen y lloran por las noches
(“Port Said – Alejandría” el 20 de julio)
Sus ojos estaban tristes como los atardeceres de verano
Encerrados muy hondo en los misterios del mar
Y una mano blanda y delgada como el cariño
Una mano blanda puede llevarte
Cantando hasta el fondo del mar en lejanas ciudades.

Vivimos siempre en las salvajes y húmedas riberas
Con la memoria herida de ojos y de viajes
Amarrada tras un barco que no ha de volver
En los humos que no claudican y las roncas canciones.

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