lunes, 15 de abril de 2013

HENRIK NORDBRANDT




EN UN PUERTO DEL MEDITERRÁNEO

Yo no sé qué es lo más importante:

      El dulzor especiado del amargo café
mezclado con el sabor del primer cigarrillo de la mañana
      o el olor a pescado y barcos recién pintados.
Los desteñidos vestidos tendidos en cuerdas entre almendros en flor
      o las montañas que los resaltan...

No, ninguna de esas cosas solas, sino todas juntas
      desvelan que yo he aniquilado algo

y que su presencia me va a torturar el resto de mi vida
      porque no le hice caso mientras estuvo aquí.

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