DOS ERRORES
Lo admito, en otro tiempo
disparé con gorriones a los cañones.
Que no diera en el blanco,
lo reconozco.
Por el contrario, nunca afirmé
que ahora importa guardar un silencio total.
Dormir, respirar, escribir poesía;
esto casi no es un crimen.
Sin mencionar
la famosa conversación acerca de los árboles.
Cañones sobre gorriones, eso querría decir
caer en el error opuesto.
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