martes, 18 de septiembre de 2012

ALLEN GINSBERG



MUERE DIGNAMENTE EN TU SOLEDAD

Viejo hombre,
                               Yo profetizo recompensas

Más vastas que las arenas de Pachacamac
Más brillantes que una máscara de oro martillado
Más dulces que la alegría de ejércitos desnudos
      fornicando en el campo de batalla
Más rápidas que un tiempo pasado entre la noche
     de vieja Nazca y la de Lima nueva
            en el crepúsculo
Más extrañas que nuestro encuentro cerca del palacio
        Presidencial en un viejo café
    fantasmas de una vieja ilusión, fantasmas
                 del amor indiferente.

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