Ahora, he aquí el momento de detenerse. Has andado por las calles de carne. Para la niña que llega a ser mujer tú has hablado. Pero se ha hecho tarde, misteriosa. Eres la que pasa. Es necesario decir adiós. Mañana vuelves a partir hacia tus brumas de origen. En una ciudad, roja y gris, tendrás un cuarto sin color, de paredes de plata, con ventanas abiertas directamente hacia las nubes de las que tú eres hermana. Habrá que buscar en pleno cielo a la sombra de tu rostro, el ademán de tus dedos.
Separadas las piernas, una ciudad se duerme, desnuda sobre el mar fosforescente.
Separadas las piernas, una ciudad se duerme, desnuda sobre el mar fosforescente.
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ResponderEliminarAhora, he aquí el momento de detenerse. Has andado por las calles de carne. Para la niña que llega a ser mujer tú has hablado. Pero se ha hecho tarde, misteriosa. Eres la que pasa. Es necesario decir adiós. Mañana vuelves a partir hacia tus brumas de origen. En una ciudad, roja y gris, tendrás un cuarto sin color, de paredes de plata, con ventanas abiertas directamente hacia las nubes de las que tú eres hermana. Habrá que buscar en pleno cielo a la sombra de tu rostro, el ademán de tus dedos.
Separadas las piernas, una ciudad se duerme, desnuda sobre el mar fosforescente.
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Acum, aici e momentul să te oprești. Ai mers pe drumuri de carne. Ai vorbit pentru copila care urmează să devină femeie. Însă se lasă seara, misterioasă. Ești ceea ce se întâmplă în jur. E timpul să zici la revedere. Mâine te vei porni spre patria ta nebuloasă. Într-un oraș, roșu și gri, vei avea o cameră incoloră, cu pereți din argint, cu geamuri deschise direct către norii cărora le ești soră. Va trebui să caut umbra chipului tău în largul cerului, semnele distinctive ale degetelor.
Bine așezat, un oraș doarme dus, dezgolit peste marea fosforescentă.
*a.l.